Tomar el sol

Como nosotras somos más frioleras y ellos más calurosos (en general, siempre hay excepciones), somos las chicas las que preferimos la playa por encima de la montaña.

Normalmente no he tenido problemas en ir con amigas a tumbarme como una lagartija bajo el sol, pero la cosa cambia cuando he sugerido a algún amigo a venirse conmigo para la misma actividad. Alguna vez me he encontrado con algún amigo al que "no le importa" acompañarme o que se considera más playero.

Pero el gustito de tomar el sol, la sensación de los rayos en la piel acariciándola, no parece que les maraville ni sea el objetivo principal. Parece que a la mayoría de hombres les gusta el verano, según me han dicho ellos mismos, porque las chicas menguan su vestuario y aparecen en camisetas de tirantes y minifaldas, se abandonan los abrigos y aparecen las curvas y la ropa ajustada.


Aunque suena instintivo, pienso que es tan instintivo fijarse en los cuerpos serranos como tomar el sol.

Tomar el sol tiene efectos beneficiosos en el estado de ánimo, alivia los sentimientos de tristeza (y las mujeres nos deprimimos más, así que puede que genéticamente necesitemos más del sol que los hombres).

A veces me olvido de que por muy humanos que nos sintamos, no somos más que otra especie animal. Es mi teoría de que solamente somos otra de tantas especies de animales que se tumban a recibir al astro rey. No es nada malo sentirse arropados por el calorcito veraniego o disfrutar con cositas simples.

Cuando tomo el sol en la playa, me encanta cerrar los ojos y sentir el murmullo de las olas, abrirlos, incorporarme un poco y contemplar el mar al fondo con el horizonte, la estela de los barcos, las cometas, mientras oigo las risas de los niños, adoro el contraste del frío al salir del agua con la calidez de la toalla al envolverme con ella, las siestas al sol, los helados...el verano es la época que más me gusta, el mes de vacaciones, la huída del frío húmedo, los árboles verdes por todas partes, las altas temperaturas...adoro el sol por encima de todo, tomarlo...e intentar ponerme morena es un reto para cada año, porque por más que lo desee, siempre acabo rojita como cangrejo.

Además, cuando se pone el sol, nos quedan los maravillosos atardeceres, la noche de San Juan en mi tierra y la movida nocturna, tomarse una "clara" en una terraza (así llamamos aquí a la cerveza con refresco de limón) y muchísimas cosas más.

Preguntitas del día: ¿ Sois calurosos o frioleros? ¿Os gusta la playa? ¿Os gusta tomar el sol? ¿Os ponéis morenos/as fácilmente o acabáis cangrejillos como yo? ¿Creéis que tomar el sol es algo basado en nuestros instintos primarios?

¡Hasta pronto!

* Aclaración: El video de Shine on aparece también en un post del blog de "donde duende", pero es fruto de una casualidad fiestera. :D